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El David de Miguel Angel. El desnudo masculino esta desarrollado en esta escultura con todo el esplendor del clasicismo griego con el genio renacentista de Miguel Angel Buonarroti |
El deseo de plasmar el cuerpo desnudo es tan antiguo y remoto como la misma historia del hombre y sea el desnudo masculino o femenino éste ha sido motivo de inspiración para los artistas y una forma de regodeo y placer para el simple observador o admirador del arte. La pintura, la escultura fueron las primeras en indagar y experimentar con él, más tarde la fotografía lo tomo para si para luego ser vanagloriado en el teatro, la danza y el cine. Sin embargo y a pesar de la antigüedad del desnudo, fueron los griegos los que por primera vez utilizaron el desnudo como elemento de placer estético, y esta primera imagen de la desnudez fue un cuerpo masculino presentado en todo su esplendor.
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Diadúmeno. Copia Romana del Clásico Griego. |
El desnudo masculino fue anterior al femenino en un siglo, claramente, no estamos hablando de las imágenes que se han usado como elementos sacros o mágicos en tiempos muy anteriores a la Antigua Grecia. La Antigüedad clásica llevó el desnudo masculino a las esculturas, pues griegos y romanos participaron del culto al cuerpo. El afán griego por retratar al cuerpo masculino desnudo era una expresión directa de una cultura homoerótica.
El artista clásico busca la expresión donde se funde la dimensión espiritual del hombre con su cuerpo, pero se trata de una expresividad idealizada donde solo cabe la quietud y la serenidad, el equilibrio perfecto entre la belleza física masculina y la belleza espiritual del hombre héroe o del deportista. En las representaciones griegas de la figura masculina vemos de inmediato lo regulares, sistemáticas y abstractas que son. Las líneas negras definen los músculos pectorales con un idealismo vigoroso. La misma síntesis audaz de cómo tiene que lucir el cuerpo de un hombre confiere una noble irrealidad a las estatuas griegas. La insistencia en el cuerpo «ideal» auténtico y permanente es comparable a los filósofos y científicos griegos, desde Pitágoras a Platón, que buscaban la verdad más allá de las apariencias visibles. Luego y más tarde el artista rompe con este lineamiento expresivo para plasmar sentimientos humanos en forma realista y menos idealizadas.
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Galo Moribundo Escuela de Pérgamo. Epigonos. |
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El único desnudo permitido en el arte de la Edad Media era el de Cristo y era porque no había nada de erótico en la desnudez de Jesús. |
Después de la época clásica pagana, con el triunfo y advenimiento del cristianismo, los desnudos fueron casi totalmente prohibidos por la iglesia y esa prohibición era tanto para el cuerpo masculino como para el desnudo femenino. El único desnudo permitido en el arte de la Edad Media era la de Cristo y era porque no había nada de erótico en la desnudez de Jesús. Los estilos de la Edad Media, el románico y el gótico, eran anticarnales, no despertaban ningún pensamiento sensual, porque era un arte de estilo sacro-divino y de devoción cristiana. El cuerpo de Jesús era presentado siempre con su vestimenta, y cuando se le representaba en la cruz era con su manto que le cubría por lo general desde la cintura hasta las rodillas. A partir de finales del siglo XV se despertó el interes del cuerpo desnudo porque los pensadores y artistas humanistas redescubrieron la Antigüedad y la estética del Arte Grecolatino, así el Renacimiento significó la vuelta al ser humano como centro del universo, y con esto vino el desnudo otra vez a deleitar los ojos y ser motivo de estudio y de inspiración a los artistas y aún público ávido de placeres más terrenales.
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El Hombre de Vitruvio. Leonardo Da Vinci. Las proporciones del cuerpo humano son expuestas aquí por Leonardo de una manera cosmogónica: El Hombre como centro del Universo. |
La mayoría de los pintores y los escultores del Renacimiento eran hombres, por lo tanto, el desnudo femenino floreció más que el masculino y las autoridades eclesiásticas miraron con más comprensión a los artistas que exaltaban la belleza femenina. Casi no había artistas mujeres y a ninguna se le habría ocurrido, de todos modos, pintar un desnudo masculino, aunque no fuera antinatural, sino como emblema, jamás para destacar las cualidades sensuales del otro sexo. Sin embargo muchos artistas se valieron del mundo clásico y su mitología para plasmar la hermosura del desnudos masculino, al amparo del culto por la Antigüedad que había ganado incluso y, sobre todo, a los miembros de la iglesia, a los papas, cardenales y obispos.
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Angel Encarnado. Leonardo Da Vinci. Salai, el modelo por muchos años de Leonardo y según muchos historiadores su amante, en este dibujo se nos muestra con formas femeninas pero con su miembro erguido y con proporciones pocas veces vista en el arte renacentista. |
Este amor excesivo a los clásicos hizo que se narraran las historias bíblicas al modo de los grecorromanos y, por lo tanto, también en las pinturas y en las esculturas relacionadas con la historia sagrada aparecieron hombres desnudos. Esos varones hebreos y cristianos eran plasmados con el ideal humanista y podían corresponder al tipo del joven atleta, o sea del amado, según la división establecida por Platón, o al del Hércules Farnesio, un hombre adulto, con barba, mucho más fornido, el amante de acuerdo con el criterio platónico.
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La Creación de Adan. Miguel Angel. El primer hombre es recreado a semejanza de los Dioses Griegos. Durante el Renacimiento los modelos para pintar a los personajes bíblicos eran sacados de la mitologia grecolatina. |
Uno de los mejores ejemplos del desnudo masculino del arte renacentista fue el David de Miguel Ángel Buonarroti. El David es una escultura de bulto redondo, tallada en mármol, con una altura de 4,10 metros que representa el cuerpo desnudo de un varón en la adolescencia con todos los músculos de su cuerpo aparentemente tensionados. Miguel Ángel logró una gran perfección anatómica, vigor, vitalidad y belleza fusionando la armonía y la belleza clásica con la expresión, el significado y el sentimiento. Para ello sobredimensiona la cabeza, la gira un poco evitando la frontalidad y da una mirada expectante y segura, concentra el vigor en la robustez de su mano también sobredimensionada. La obra ha pasado a la posteridad como patrón estético de anatomía y canon de belleza.
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Apolo y Marsias. Pietro Peruggino nos regala unas figuras masculinas casi andróginas que compiten con la suavidad del color y la belleza distante del paisaje. |
En la Italia del Renacimiento, los escritos de Platón, en los cuales el deseo masculino por los hombres es una parte noble de la cultura filosófica, fueron traducidos y reverenciados, pero se trataba de una sociedad donde un individuo podía llegar a ser quemado por sodomía. Leonardo Da Vinci fue expulsado de la Casa Verrocchio por sospecha de Sodomía, pero este toque adicional de pecaminosidad y castigo parecía incitar a los artistas que disfrutaban enormemente dibujar, pintar y esculpir a sus modelos masculinos.
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Estudio de Desnudo Masculino de Espalda. Miguel Angel |
Muchos de los desnudos masculinos renacentistas enfrentan el miedo con violencia, como castigando el cuerpo masculino para corregir el pecado de mirarlo y desearlo, un ejemplo de ello es San Sebastián y su martirio, en las pinturas del Santo Mártir se presenta aun hombre joven desnudo o semidesnudo atravesado por innumerables flechas y aún así presenta en su rostro una mueca de éxtasis más parecida al placer sensual que al placer sacrosanto. De esta manera los artistas para evitar la censura de la Iglesia, se pintaban o se esculpían las figuras religiosas de santos o mártires que, por las circunstancias de sus muertes o de sus vidas, podían aparecer sin ropas. Esa clase de obras permitió canalizar el interés por los cuerpos varoniles y el impulso homoerótico de muchos artistas, a menudo inconsciente.
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David por Donatello. La sutileza del desnudo y la sensualidad homoerótica son reflejadas en esta escultura renacentista. |