Conocer la Forma Humana del Hombre

Más reciente

Cita

» los artistas no debe h…

» los artistas no debe hacérseles monumentos porque ya los tienen hechos con sus obras… Antonio Gaudí y Cornet»

Alguna ves te has preguntado el por que el Uso de la acuarela… este tipo de pintura se detalla desde principios del arte, especialmente el erotismo fue la manera de expresar los momentos mas excitantes y de mayor intensidad en los encuentros de las parejas heterosexuales como homosexuales, a pesar de las diferentes expresiones en la pintura el modernismo la ha elevado a un nivel mas alto en su momento devaluar el trabajo y el excito de la misma.

Imagen

 

 

 

La Acuarela el Plus de la Imagen

Alguna ves te has preguntado el por que el Uso de la acuarela… este tipo de pintura se detalla desde principios del arte, especialmente el erotismo fue la manera de expresar los momentos mas excitantes y de mayor intensidad en los encuentros de las parejas heterosexuales como homosexuales, a pesar de las diferentes expresiones en la pintura el modernismo la ha elevado a un nivel mas alto en su momento devaluar el trabajo y el excito de la misma.

Imagen

EL DESNUDO MASCULINO: De la Antigüedad Clásica al Renacimiento.

El David de Miguel Angel.
El desnudo masculino esta desarrollado en esta escultura con todo 
el esplendor del clasicismo griego con el genio renacentista 
de Miguel Angel Buonarroti
El deseo de plasmar el cuerpo desnudo es tan antiguo y remoto como la misma historia del hombre y sea el desnudo masculino o femenino éste ha sido motivo de inspiración para los artistas y una forma de regodeo y placer para el simple observador o admirador del arte. La pintura, la escultura fueron las primeras en indagar y experimentar con él, más tarde la fotografía lo tomo para si para luego ser vanagloriado en el teatro, la danza y el cine. Sin embargo y a pesar de la antigüedad del desnudo, fueron los griegos los que por primera vez utilizaron el desnudo como elemento de placer estético, y esta primera imagen de la desnudez fue un cuerpo  masculino presentado en todo su esplendor.
 
 
Diadúmeno.
Copia Romana del Clásico Griego.
El desnudo masculino fue anterior al femenino en un siglo, claramente, no estamos hablando de las imágenes que se han usado como elementos sacros o mágicos en tiempos muy anteriores a la Antigua Grecia. La Antigüedad clásica llevó el desnudo masculino a las esculturas, pues griegos y romanos participaron del culto al cuerpo. El afán griego por retratar al cuerpo masculino desnudo era una expresión directa de una cultura homoerótica.
 
El artista clásico busca la expresión donde se funde la dimensión espiritual del hombre con su cuerpo, pero se trata de una expresividad idealizada donde solo cabe la quietud y la serenidad, el equilibrio perfecto entre la belleza física masculina y la belleza espiritual del hombre héroe o del deportista. En las representaciones griegas de la figura masculina vemos de inmediato lo regulares, sistemáticas y abstractas que son. Las líneas negras definen los músculos pectorales con un idealismo vigoroso. La misma síntesis audaz de cómo tiene que lucir el cuerpo de un hombre confiere una noble irrealidad a las estatuas griegas. La insistencia en el cuerpo «ideal» auténtico y permanente es comparable a los filósofos y científicos griegos, desde Pitágoras a Platón, que buscaban la verdad más allá de las apariencias visibles. Luego y más tarde el artista rompe con este lineamiento expresivo para plasmar sentimientos humanos en forma realista y menos idealizadas.
 
Galo Moribundo
Escuela de Pérgamo. Epigonos.
El único desnudo permitido en el arte de la Edad
 Media era el de Cristo y era porque no había 
  nada de erótico en la desnudez de Jesús.
Después de la época clásica  pagana, con el triunfo y advenimiento del cristianismo, los desnudos fueron casi totalmente prohibidos por la iglesia y esa prohibición era tanto para el cuerpo masculino como para el desnudo femenino. El único desnudo permitido en el arte de la Edad Media era la de Cristo y era porque no había nada de erótico en la desnudez de Jesús. Los estilos de la Edad Media, el románico y el gótico, eran anticarnales, no despertaban ningún pensamiento sensual, porque era un arte de estilo sacro-divino y de devoción cristiana. El cuerpo de Jesús era presentado siempre con su vestimenta, y cuando se le representaba en la cruz era con su manto que le cubría por lo general desde la cintura hasta las rodillas. A partir de finales del siglo XV se despertó el interes del cuerpo desnudo porque los pensadores y artistas humanistas redescubrieron la Antigüedad y la estética del Arte Grecolatino, así el Renacimiento significó la vuelta al ser humano como centro del universo, y con esto vino el desnudo otra vez a deleitar los ojos y ser motivo de estudio y de inspiración a los artistas y aún público ávido de placeres más terrenales.
 
El Hombre de Vitruvio. Leonardo Da Vinci.
Las proporciones del cuerpo humano son expuestas aquí por Leonardo
de una manera cosmogónica: El Hombre como centro del Universo.
La mayoría de los pintores y los escultores del Renacimiento eran hombres, por lo tanto, el desnudo femenino floreció más que el masculino y las autoridades eclesiásticas miraron con más comprensión a los artistas que exaltaban la belleza femenina. Casi no había artistas mujeres y a ninguna se le habría ocurrido, de todos modos, pintar un desnudo masculino, aunque no fuera antinatural, sino como emblema, jamás para destacar las cualidades sensuales del otro sexo. Sin embargo muchos artistas se valieron del mundo clásico y su mitología para plasmar la hermosura del desnudos masculino, al amparo del culto por la Antigüedad que había ganado incluso y, sobre todo, a los miembros de la iglesia, a los papas, cardenales y obispos.
 
Angel Encarnado. Leonardo Da Vinci.
Salai, el modelo por muchos años de Leonardo y según muchos historiadores su
 amante, en este dibujo se nos muestra con formas femeninas pero con su miembro
erguido y con proporciones pocas veces vista en el arte renacentista.
Este amor excesivo a los clásicos hizo que se narraran las historias bíblicas al modo de los grecorromanos y, por lo tanto, también en las pinturas y en las esculturas relacionadas con la historia sagrada aparecieron hombres desnudos. Esos varones hebreos y cristianos eran plasmados con el ideal humanista y podían corresponder al tipo del joven atleta, o sea del amado, según la división establecida por Platón, o al del Hércules Farnesio, un hombre adulto, con barba, mucho más fornido, el amante de acuerdo con el criterio platónico.
 
La Creación de Adan. Miguel Angel.
El primer hombre es recreado a semejanza de los Dioses Griegos.
Durante el Renacimiento los modelos para pintar a los personajes bíblicos
eran sacados de la mitologia grecolatina.
Uno de los mejores ejemplos del desnudo masculino del arte renacentista fue el David de Miguel Ángel Buonarroti. El David es una escultura de bulto redondo, tallada en mármol, con una altura de 4,10 metros que representa el cuerpo desnudo de un varón en la adolescencia con todos los músculos de su cuerpo aparentemente tensionados. Miguel Ángel logró una gran perfección anatómica, vigor, vitalidad y belleza fusionando la armonía y la belleza clásica con la expresión, el significado y el sentimiento. Para ello sobredimensiona la cabeza, la gira un poco evitando la frontalidad y da una mirada expectante y segura, concentra el vigor en la robustez de su mano también sobredimensionada. La obra ha pasado a la posteridad como patrón estético de anatomía y canon de belleza.
 
Apolo y Marsias. 
Pietro Peruggino nos regala unas figuras
masculinas casi andróginas que compiten con la suavidad
del color y la belleza distante del paisaje.
En la Italia del Renacimiento, los escritos de Platón, en los cuales el deseo masculino por los hombres es una parte noble de la cultura filosófica, fueron traducidos y reverenciados, pero se trataba de una sociedad donde un individuo podía llegar a ser quemado por sodomía. Leonardo Da Vinci fue expulsado de la Casa Verrocchio por sospecha de Sodomía, pero este toque adicional de pecaminosidad y castigo parecía incitar a los artistas que disfrutaban enormemente dibujar, pintar y esculpir a sus modelos masculinos.
 
Estudio de Desnudo Masculino de Espalda.
Miguel Angel
Muchos de los desnudos masculinos renacentistas enfrentan el miedo con violencia, como castigando el cuerpo masculino para corregir el pecado de mirarlo y desearlo, un ejemplo de ello es San Sebastián y su martirio, en las pinturas del Santo Mártir se presenta aun hombre joven desnudo o semidesnudo atravesado por innumerables flechas y aún así presenta en su rostro una mueca de éxtasis más parecida al placer sensual que al placer sacrosanto. De esta manera los artistas para evitar la censura de la Iglesia, se pintaban o se esculpían las figuras religiosas de santos o mártires que, por las circunstancias de sus muertes o de sus vidas, podían aparecer sin ropas. Esa clase de obras permitió canalizar el interés por los cuerpos varoniles y el impulso homoerótico de muchos artistas, a menudo inconsciente.
 
David por Donatello.
La sutileza del desnudo y la sensualidad
homoerótica son reflejadas
en esta escultura renacentista.

EL DESNUDO MASCULINO: De la Antigüedad Clásica al Renacimiento.

El David de Miguel Angel.
El desnudo masculino esta desarrollado en esta escultura con todo 
el esplendor del clasicismo griego con el genio renacentista 
de Miguel Angel Buonarroti
El deseo de plasmar el cuerpo desnudo es tan antiguo y remoto como la misma historia del hombre y sea el desnudo masculino o femenino éste ha sido motivo de inspiración para los artistas y una forma de regodeo y placer para el simple observador o admirador del arte. La pintura, la escultura fueron las primeras en indagar y experimentar con él, más tarde la fotografía lo tomo para si para luego ser vanagloriado en el teatro, la danza y el cine. Sin embargo y a pesar de la antigüedad del desnudo, fueron los griegos los que por primera vez utilizaron el desnudo como elemento de placer estético, y esta primera imagen de la desnudez fue un cuerpo  masculino presentado en todo su esplendor.
 
 
Diadúmeno.
Copia Romana del Clásico Griego.
El desnudo masculino fue anterior al femenino en un siglo, claramente, no estamos hablando de las imágenes que se han usado como elementos sacros o mágicos en tiempos muy anteriores a la Antigua Grecia. La Antigüedad clásica llevó el desnudo masculino a las esculturas, pues griegos y romanos participaron del culto al cuerpo. El afán griego por retratar al cuerpo masculino desnudo era una expresión directa de una cultura homoerótica.
 
El artista clásico busca la expresión donde se funde la dimensión espiritual del hombre con su cuerpo, pero se trata de una expresividad idealizada donde solo cabe la quietud y la serenidad, el equilibrio perfecto entre la belleza física masculina y la belleza espiritual del hombre héroe o del deportista. En las representaciones griegas de la figura masculina vemos de inmediato lo regulares, sistemáticas y abstractas que son. Las líneas negras definen los músculos pectorales con un idealismo vigoroso. La misma síntesis audaz de cómo tiene que lucir el cuerpo de un hombre confiere una noble irrealidad a las estatuas griegas. La insistencia en el cuerpo «ideal» auténtico y permanente es comparable a los filósofos y científicos griegos, desde Pitágoras a Platón, que buscaban la verdad más allá de las apariencias visibles. Luego y más tarde el artista rompe con este lineamiento expresivo para plasmar sentimientos humanos en forma realista y menos idealizadas.
 
Galo Moribundo
Escuela de Pérgamo. Epigonos.
El único desnudo permitido en el arte de la Edad
 Media era el de Cristo y era porque no había 
  nada de erótico en la desnudez de Jesús.
Después de la época clásica  pagana, con el triunfo y advenimiento del cristianismo, los desnudos fueron casi totalmente prohibidos por la iglesia y esa prohibición era tanto para el cuerpo masculino como para el desnudo femenino. El único desnudo permitido en el arte de la Edad Media era la de Cristo y era porque no había nada de erótico en la desnudez de Jesús. Los estilos de la Edad Media, el románico y el gótico, eran anticarnales, no despertaban ningún pensamiento sensual, porque era un arte de estilo sacro-divino y de devoción cristiana. El cuerpo de Jesús era presentado siempre con su vestimenta, y cuando se le representaba en la cruz era con su manto que le cubría por lo general desde la cintura hasta las rodillas. A partir de finales del siglo XV se despertó el interes del cuerpo desnudo porque los pensadores y artistas humanistas redescubrieron la Antigüedad y la estética del Arte Grecolatino, así el Renacimiento significó la vuelta al ser humano como centro del universo, y con esto vino el desnudo otra vez a deleitar los ojos y ser motivo de estudio y de inspiración a los artistas y aún público ávido de placeres más terrenales.
 
El Hombre de Vitruvio. Leonardo Da Vinci.
Las proporciones del cuerpo humano son expuestas aquí por Leonardo
de una manera cosmogónica: El Hombre como centro del Universo.
La mayoría de los pintores y los escultores del Renacimiento eran hombres, por lo tanto, el desnudo femenino floreció más que el masculino y las autoridades eclesiásticas miraron con más comprensión a los artistas que exaltaban la belleza femenina. Casi no había artistas mujeres y a ninguna se le habría ocurrido, de todos modos, pintar un desnudo masculino, aunque no fuera antinatural, sino como emblema, jamás para destacar las cualidades sensuales del otro sexo. Sin embargo muchos artistas se valieron del mundo clásico y su mitología para plasmar la hermosura del desnudos masculino, al amparo del culto por la Antigüedad que había ganado incluso y, sobre todo, a los miembros de la iglesia, a los papas, cardenales y obispos.
 
Angel Encarnado. Leonardo Da Vinci.
Salai, el modelo por muchos años de Leonardo y según muchos historiadores su
 amante, en este dibujo se nos muestra con formas femeninas pero con su miembro
erguido y con proporciones pocas veces vista en el arte renacentista.
Este amor excesivo a los clásicos hizo que se narraran las historias bíblicas al modo de los grecorromanos y, por lo tanto, también en las pinturas y en las esculturas relacionadas con la historia sagrada aparecieron hombres desnudos. Esos varones hebreos y cristianos eran plasmados con el ideal humanista y podían corresponder al tipo del joven atleta, o sea del amado, según la división establecida por Platón, o al del Hércules Farnesio, un hombre adulto, con barba, mucho más fornido, el amante de acuerdo con el criterio platónico.
 
La Creación de Adan. Miguel Angel.
El primer hombre es recreado a semejanza de los Dioses Griegos.
Durante el Renacimiento los modelos para pintar a los personajes bíblicos
eran sacados de la mitologia grecolatina.
Uno de los mejores ejemplos del desnudo masculino del arte renacentista fue el David de Miguel Ángel Buonarroti. El David es una escultura de bulto redondo, tallada en mármol, con una altura de 4,10 metros que representa el cuerpo desnudo de un varón en la adolescencia con todos los músculos de su cuerpo aparentemente tensionados. Miguel Ángel logró una gran perfección anatómica, vigor, vitalidad y belleza fusionando la armonía y la belleza clásica con la expresión, el significado y el sentimiento. Para ello sobredimensiona la cabeza, la gira un poco evitando la frontalidad y da una mirada expectante y segura, concentra el vigor en la robustez de su mano también sobredimensionada. La obra ha pasado a la posteridad como patrón estético de anatomía y canon de belleza.
 
Apolo y Marsias. 
Pietro Peruggino nos regala unas figuras
masculinas casi andróginas que compiten con la suavidad
del color y la belleza distante del paisaje.
En la Italia del Renacimiento, los escritos de Platón, en los cuales el deseo masculino por los hombres es una parte noble de la cultura filosófica, fueron traducidos y reverenciados, pero se trataba de una sociedad donde un individuo podía llegar a ser quemado por sodomía. Leonardo Da Vinci fue expulsado de la Casa Verrocchio por sospecha de Sodomía, pero este toque adicional de pecaminosidad y castigo parecía incitar a los artistas que disfrutaban enormemente dibujar, pintar y esculpir a sus modelos masculinos.
 
Estudio de Desnudo Masculino de Espalda.
Miguel Angel
Muchos de los desnudos masculinos renacentistas enfrentan el miedo con violencia, como castigando el cuerpo masculino para corregir el pecado de mirarlo y desearlo, un ejemplo de ello es San Sebastián y su martirio, en las pinturas del Santo Mártir se presenta aun hombre joven desnudo o semidesnudo atravesado por innumerables flechas y aún así presenta en su rostro una mueca de éxtasis más parecida al placer sensual que al placer sacrosanto. De esta manera los artistas para evitar la censura de la Iglesia, se pintaban o se esculpían las figuras religiosas de santos o mártires que, por las circunstancias de sus muertes o de sus vidas, podían aparecer sin ropas. Esa clase de obras permitió canalizar el interés por los cuerpos varoniles y el impulso homoerótico de muchos artistas, a menudo inconsciente.
 
David por Donatello.
La sutileza del desnudo y la sensualidad
homoerótica son reflejadas
en esta escultura renacentista.

El Erotismo en el Renacimiento

 

MARTES Y VENUS, 1524.
Impreso de Marcoantonio Raimondi de un dibujo de Giulio Romano.
En el Renacimiento el hombre vuelve a ser descubierto y aparece desnudo en el centro del mundo. El universo griego vuelve al pensamiento de los hombres y todo su arte y belleza llega a los nuevos individuos de una Europa cansada del razonamiento gótico y medieval. Los ojos del Renacimiento cayeron sobre Apolo y su desnudez, planteando inmediatamente el problema figurativo del sexo.
 
 
El Renacimiento se aprovecha de la nueva visión del ser viviente para humanizarlo todo: desnuda a Santos como si fueran dioses griegos, le pone hermosos senos a la Virgen, pues hace falta que amamante al niño, así va desarmando la hipocresía de la sociedad a través de la fuerza de la verdad y es a través del arte. El desnudo triunfa pero se detiene en el límite del acto sexual que no se muestra sino por alegoría o metáfora: siendo esas imágenes metafóricas la Serpiente, el Cisne, o el Toro de las mitologías.
 
 

VIRGEN Y NIÑO RODEADOS DE ANGELES, 1450. Jean Fouquet.
Durante el Gótico aparecen algunas representaciones de virgenes de la leche,
el Renacimiento explota el tema con extrema belleza y erotismo, sin embargo la iglesia se opone
y el Concilio de Trento en el s. XVI lo censura.

Tanto el Humanismo como el Renacimiento necesitan representar la realidad del hombre. La ciencia empieza a diseccionar el cuerpo humano y a escudriñar su interior. Los cuadernos de anatomía de Leonardo da Vinci devolvieron a la estructura del cuerpo su profundidad y su razón. El conocimiento de la cirugía comparada, la evolución de la medicina y el principio bastante nuevo del derecho a la belleza provocan el nacimiento de la cirugía estética; Tagliacozzo publicó un tratado, descubriendo sorprendentes detalles sobre el injerto de la piel, y Agnolo Firenzuola escribió un ensayo sobre los cuidados de la belleza: Della bellezza delle donne. Los afeites corregían a la naturaleza, los perfumes proliferaron y eran destilados para exaltar con una inquietud netamente afrodisíaca la belleza y el erotismo, y los adornos corporales invadieron los cuerpos para incitar el amor cortesano.

LEDA Y EL CISNE, 1510. Leonardo Da Vinci.
La seducción y el amor erótico era alegorizado o metaforizado
por lo general por animales.

La moda bajo los descotes y los senos fueron liberados. La mujer empezó a tomar fuerza erótica y el amor cortesano tomo repentinamente la mente de los ciudadanos al leer sobre la Laura de Petrarca, de la Beatriz de Dante o leer la poesía de Vittoria Colonna y que muchas veces fue musa y modelo de Miguel Ángel. El culto de la Madona o de bellas vírgenes fueron el pan del día y los amores de Romeo y Julieta ilustran la tragedia del amor obstaculizado. El amor se empezó a ver como un derecho natural, algo que había desaparecido por mucho tiempo.

 
El hombre del Renacimiento reconoció en la cortesana a su igual; libre de toda violencia, sutil, cultivada, a veces artista, siempre dueña de sí misma y de su destino, pero respetuosa de la fuerza y de la autoridad, se elevó a un rango social muy brillante. El amor, ideal o carnal, se transformó en una hazaña del alma y del cuerpo. El exceso del amor hizo aparecer la sífilis y con ella apareció el condón o preservativo. El morbus venereus, tal como lo designa Jacques de Béthencourt, agregó al erotismo europeo una pizca de locura que le faltaba. La amplitud de los escándalos y su resonancia no serían concebibles sin un terreno favorable a ese grano de locura.
 
APOLO Y CIPARISO, 1596. Giulio Romano.
El Renacimiento, aunque casi siempre a escondida, tomo el amor homoerótico
como suyo y lo escondio bajo el manto de la mitología.

La brutalidad de la rebelión que el Renacimiento encendió contra las reglas tradicionales no podía dejar de provocar una corriente contraria. Se llamó la Reforma. Pero si Alejandro VI soñaba con un papado hereditario, Lutero se casó con una ex monja y dio su acuerdo al matrimonio polígamo de Felipe de Hesse; Y la Dieta de Francia legalizó la poligamia para remediar los estragos de la Guerra de los Treinta Años. La satiriasis de Enrique VIII, provocó la ruptura definitiva con Roma, dio origen a la Iglesia de Inglaterra y legitimó el divorcio que el apetito súbito del rey exigía.

 
LAS ALEGORIAS DEL AMOR, s.XVI. Bronzino.
Esta obra es un paradigma de la pintura del manierismo del Cinquecento.
Sus connotaciones eróticas es un ejemplo de la pintura sensual, sugestiva e intelectual
que fueron destinadas a ciertos gabinetes aristócratas y que sugerieron pasiones
en privado a los coleccionistas.

 

Miguel Angel Buonarroti fue un maestro en todas las vertientes del arte y un gran
entusiasta del erotismo. Sus desnudos son una muestra de la pasión del Renacimiento
por el cuerpo humano en toda su belleza y esplendor sensual.

El Renacimiento representó la libertad del hombre sobre el yugo de Dios y su pesimismo ante lo sexual y lo erótico. Esta libertad condujo a gran cantidad de excesos: las muchachas mostraban sus senos y las doncellas lo mostraban todo. La mujer casada sólo ocultaba los pezones y la viuda, por otra parte, lo tapaba todo, debido a que nada se esperaba de ella. La ropa de los hombres era muy provocativa, en los cuadros y libros de la época se representaban con una bolsa en el exterior de los pantalones, sobre sus genitales, a fin de resaltarlos y poner, así, relieve a su miembro. Todo esto se hacía debido a que, en aquellos momentos, la reputación de un hombre se basaba en su capacidad como amante y en la dotación que poseía. Curiosamente, en nuestra época, aun ese pensamiento perdura a pesar del paso del tiempo. Así, por ejemplo, si los pantalones que utilizaba el hombre eran verdes, se colocaba una bolsa amarilla a fin de resaltan considerablemente la existencia de un poderoso miembro.

 
El impulso del Renacimiento también produjo cambios en la Iglesia, así se vio forzada a tomar su lugar en esta extraña danza del amor, por ello, según algunos textos, hay claros ejemplos de bruscos cambios, tales como el caso de los sacerdotes y los Papas de la época, como Alejandro VI que muy conocido por sus excesos sexuales.. De este arte sexual, surgieron artistas que hoy día son conocidos por todos y que han pasado a este conocimiento no por sus obras de temática erótica si no por el magnífico carácter de puro artista que cada uno de ellos lleva dentro. Tales artistas como Miguel Ángel, Rafael, Mantegna, Leonardo Da Vinci y tantos otros.
 

Giuliano Romano fue uno de los artistas que más exploto
el tema erótico como lo demuestran esta imagen y la de arriba.

La vida, el arte y el amor van unidos, no puede existir uno con la ausencia del otro, y el Renacimiento lo vio así y todavía perdura ese pensamiento. Los temas de amor, belleza, la atracción y la fascinación apasionaron a los hombres y mujeres del Renacimiento, y estas pasiones fueron discutidas, conversadas, formando parte de la literatura, de tratados, y por supuesto del arte. Desde el siglo XV al XVIII, el ascenso del erotismo y de la pornografía fue trepidante y el placer se encontraba en cualquier lado: en las pinturas, en las esculturas, en los versos, en el vestir, y sobre todo en la piel de los nuevos hombres y mujeres que le dieron un nuevo giro al mundo con el pensamiento de libertad del Humanismo y rompieron con el cinturón de castidad impuesto por las vetustas, austeras y llanas mentes del Medioevo.

¡Hola mundo!

En construccion